El Origen: parte 1

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  • Post published:19 Abril, 2022
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La historia difícilmente tiene un comienzo: variará según percibamos el tiempo como lineal o espiral, la cosmovisión o sistema de pensamiento que suscribamos. En fin, esta historia decido comenzarla como sigue, entendiendo que una cosa surge de la otra, orgn surge de mi historia, y yo surjo de la historia de mis ancestros y así hasta donde queramos llegar.

Hola me presento, soy Matías Ignacio Espinosa Araos, chileno nacido en Santiago el 20 de junio de 1990 – géminis, para les astrólogues, y caminante del cielo magnético rojo para les tzolkins. Tengo 31 años, a la fecha, y seré el anfitrión de este proyecto al menos por ahora. Un poco más sobre mí: fui a un colegio británico, jugué rugby muchos años y estudié ingeniería civil industrial en la universidad de Los Andes. ¿Por qué estoy contando mi historia? Porque este proyecto está íntimamente relacionado con mi historia personal, como van a descubrir, y para poder transmitir su esencia, es que cedí el control y comencé a escribir estas líneas.

Sobre este primer párrafo puedo agregar que tal vida no me cerraba. Estudié ingeniería porque mi viejo tenía más ganas que yo de estudiarla, y a falta de un plan B (plan B es plan B, si también soy MUY reguetonero), es que entré a la carrera, donde siete -casi ocho- años más tarde, y una mochila llena de ramos reprobados, terminaría en abril 2017 con la defensa de mi tesis.

Esa mochila contenía gran información; algo de la malla no me motivaba, algo de su contenido me parecía insuficiente y no digno de mi tiempo (que dicho sea de paso invertía jugando Call of Duty y entrenando para el Dobs). Me molesté cuando en mi defensa de tesis el profesor dice que el tema de mi trabajo -evaluación de factibilidad técnico-económica de un proyecto de reciclaje bla bla…-, no era novedoso. No recuerdo bien la palabra, pero algo así. Cinco años más tarde y bueno, chico problema de residuos que tenemos. Quizás no era novedoso en el sentido esperado; el profesor se especializaba en inteligencia artificial, y mi proyecto era bastante arcaico, o sea carecía de elementos revolucionarios que fueran a transformar la industria del reciclaje. Me lo tomé personal. Ahora lo entiendo y lo suelto. Tampoco le puse el mayor de los ánimos a la tesis, solo quería SALIR! Siendo honesto, ese comentario era lo menos que me merecía después de mi reguleque paso por la universidad – en términos académicos al menos.

Es durante esta etapa universitaria final, 2016-2017, que suceden varios hechos que ajustarían la trayectoria de mi vida fuertemente; un mensaje de texto desde Tailandia, catarsis amorosa, crisis mental y tobillo roto terminan por una parte con mi carrera rugbística y me lleva por otra al otro lado de la cordillera, en febrero de 2017, a un retiro de meditación de 10 días. No tenía idea lo que esa cadena de eventos desencadenaría – no tenía mucha idea de lo que era meditar antes de ese curso para ser honesto. Mas, hasta ahora, esta es parte de la sucesión de hechos que llevaron al nacimiento de este proyecto y a mi a estar escribiendo estas líneas.

Es previo a este tiempo donde también comienzo a reflexionar sobre la falta de honestidad que nos rodea de manera casi histérica; la dominancia de la inmoralidad. Todo Gran parte de lo que hablamos y decimos es mentira. Partiendo por mis propias conductas. Le mentí a mi mamá toda mi adolescencia y años de universidad para poder carretear tranquilo y que no se preocupara. Y sobre mis notas y ramos también. (Dije que lo haría breve, (lo dije?, voy a revisar) seguro hago una versión corta de esto. A por la versión extendida entonces!).

Así es como piezas de un puzzle empiezan a aparecer y calzan en este retiro de meditación. 

Paréntesis sobre el retiro: En muy pocas palabras, este curso de 10 días de silencio –Vipassana– se divide en práctica y teoría. La práctica consiste en 10 horas de meditación diarias, guiadas donde los primeros tres días se trabaja la atención y la concentración a través de la observación de la respiración, anapana, y los siguientes siete se observa la realidad del fenómeno cuerpo-mente manifestada en las sensaciones corporales. Esta parte práctica se acompaña y sostiene de la teoría que consiste en tres pilares: i. moralidad: (1) recta acción, (2) palabra y (3) sustento; ii. control de la mente: (4) recto esfuerzo, (5) recta atención y (6) recta concentración y iii. sabiduría: (7) recto pensamiento y (8) recta comprensión, que en conjunto forman el Noble Sendero Óctuple. No es el fin de este escrito definir o adentrarse en estos conceptos, por ahora, pero a grandes rasgos esta práctica comienza una profunda transformación personal que tiene como una de sus consecuencias el nacimiento de orgn (origen). Fin del paréntesis.

Primero de agosto de 2017, séptimo aniversario de la muerte de mi padre, y aterrizo en Sydney, Australia para el año de Working Holiday que me esperaba. Me fui con pocas expectativas, solo sabiendo que quería irme de Chile un tiempo a explorar mi individualidad y romper con mi identidad. De Australia sabía que era un buen país, que se podía hacer buena plata trabajando y también tenía la intuitiva certeza de que las experiencias que viviría no las podía imaginar. Quería irme a Nueva Zelanda inicialmente, pero esa visa es un sorteo y no quedé, y tal como predijo el Angelito -un tipo que canaliza ángeles- terminé en Australia y no en NZ.

Además resultó que justo -JUSTO- el día que aterrizaba en King’s Cross Station (se llama  Kingsford Smith, pero vi Harry Potter recién) comenzaba otro de estos retiros de meditación -hay centros en casi todo el mundo- y me había inscrito meses antes de viajar, por lo que mi llegada a Australia fue seguida por un tren a las Blue Mountains, oeste de Sydney, que te deja a pocas cuadras del centro, Dhamma Bhumi.

Dhamma Bhumi fue uno de los primeros centros de Vipassana fuera de India y hoy tiene capacidad para cerca de 100 estudiantes.

Forma curiosa de aterrizar a esta nueva experiencia: vuelo de +16 horas y un jet lag de casi 12. Esta vez, como si el primero hubiera sido distinto (si lo fue, el primero fue principalmente doloroso en lo físico), el curso se caracterizó por dejar salir grandes miedos y dudas sobre que cresta estoy haciendo en este planeta. Ufffff. Y con esta mentalidad encaraba entonces este año de Working Holiday. Suave.

Continuará.

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